Como estudiante universitario de Ciencias Políticas quizás no haya para mí nada más interesante que unas elecciones. Y si además, se trata de las primeras elecciones municipales en las que podré ejercer mi derecho al voto, el interés se convierte en verdadera pasión. En ellas estamos y llegando a la recta final. Apenas quedan un par de días para que los egabrenses acudamos una vez más a las urnas y es el momento de reflexionar a quién votar. A quién y no a qué partido pues como ya alguna vez he manifestado, soy de los firmes convencidos de que en las elecciones locales se vota a la persona.
El perfil unánime que buscamos para un alcalde está claro. Alguien trabajador, con formación suficiente, que luche día a día por Cabra y sobretodo que nos escuche, ya que, si bien no tiene la varita mágica para resolver nuestros problemas, sí representará a la administración más cercana para los ciudadanos.
Por ello, hace unos días comentaba el abanico de posibilidades que se nos abre a los egabrenses. Cuatro partidos con sus correspondientes cabezas de lista a quienes hay que agradecer ante todo su disposición a trabajar por nuestro pueblo. En definitiva, intenté desgranar el quién es quién de estas elecciones en Cabra. Y una vez analizado, permítanme ahora, sin aspirar a mostrar objetividad alguna, sólo sentimiento, reflexionar sobre el sentido de mi voto el próximo domingo.
No. No votaré a Elvira Asencio, candidata por Izquierda Unida (o más bien el Partido Comunista), por demostrar un desconocimiento profundo sobre los asuntos de Cabra y un radicalismo manifiesto que no creo que nos beneficie en nada.
No votaré a José Luis Osuna, pues, si bien representa la mejor de las opciones con las que contaba el Partido Andalucista para encabezar esta candidatura tras la marcha de Javier Ariza, sinceramente, no creo que reúna las cualidades para asumir la más alta responsabilidad en nuestro Ayuntamiento.
Y tampoco votaré a Jesús Rodríguez, candidato por el PSOE, por representar una vuelta al pasado bastante poco atractiva. Doce años habiendo sido concejal con más sombras que luces el ahora candidato del PSOE no parece que sea su mejor carta de presentación. Todo lo que podía aportar a nuestra ciudad ya lo hizo en su día. Y si algo nuevo podía ofrecernos durante este tiempo de campaña, ha perdido la oportunidad al centrarse únicamente en insultar a su adversario, el actual Alcalde Fernando Priego haciendo flaco favor a la política.
En fin. Por descarte, ya sabrá usted mi papeleta elegida. Una papeleta que, en honor a la verdad, ya tenía prácticamente decidida desde hace cuatro años cuando, en plena campaña, Fernando se acercó a mí como candidato a la Alcaldía. Lo hizo con un sentimiento sincero para intentar ayudar a todos los egabrenses, sin distinción. Se interesó por mis problemas e inquietudes aún sabiendo que era menor de edad y no le podría votar. En ese momento me demostró su valía como persona y no dudé ni un momento de que, con esos principios, haría una gran labor. En esta campaña, hay quien ha propuesto como eslogan gobernar para la mayoría. Fernando Priego sin embargo ha demostrado que se puede gobernar para todos.
Este domingo cogeré la papeleta del Partido Popular porque es la papeleta para seguir adelante con Fernando, la papeleta del convencimiento de que se han hecho muchas y buenas cosas en nuestra ciudad y la papeleta de la ilusión porque estoy convencido de que con él lo mejor está por llegar. En definitiva, mi voto va por Cabra.